1 de Diciembre del 2025

1ª Semana de Adviento 

San Eloy (660) 

Is 4, 2-6: El Mesías será la gloria de los supervivientes de Israel

Sal 122: «Qué alegría cuando me dijeron: ‘¡Vamos a la casa del Señor!’»

Mt 8,5-11: Vendrán muchos de Oriente y Occidente al Reino de los cielos

 

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó y le suplicó: 

6 Señor, mi muchacho está postrado en casa, paralítico, y sufre terriblemente. 

7 Le dijo: Yo iré a sanarlo. 

8 Pero el centurión le replicó: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que digas una palabra y mi muchacho quedará sano. 

9 También yo tengo un superior y soldados a mis órdenes. Si le digo a éste que vaya, va; al otro que venga, viene; a mi sirviente que haga esto, y lo hace. 

10 Al oírlo, Jesús se admiró y dijo a los que le seguían: Les aseguro que no he encontrado una fe semejante en ningún israelita. 

11 Les digo que muchos vendrán de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos.

 

Comentario 

Este texto nos invita a reflexionar sobre la universalidad del mensaje de Jesús y su capacidad para romper las barreras sociales, culturales y políticas que dividen a las personas. Jesús en este pasaje manifiesta su disposición para sanar a un extranjero en situación de vulnerabilidad. Esta actitud nos muestra su compromiso a favor de la vida, sanando a quienes lo necesitan, independientemente de su origen o posición social. Además, el centurión tiene fe en la fuerza sanadora de Jesús. Se abaja para pedir ayuda y reconoce el poder de Dios que no hace acepción de personas. La fe no es solo personal, sino que está ligada a la justicia y la solidaridad manifestada en el amor al prójimo. La fe del centurión refleja que no le importa sólo ser servido como patrón, le preocupa el bienestar de quien lo sirve. El mensaje de Jesús nos invita a fomentar el cuidado generalizado de la vida. Oremos por quienes nos sirven, velemos también por sus necesidades, abriéndonos al amor recíproco.

“La justicia del Reino debe entenderse como toda la creación vuelve a ser buena y la humanidad muy buena” (Papa Francisco).