21º Semana ordinaro
Santa Teresa Journet (1897)
Santa María Baouardy (1878))
1Tes 2,1-8: Les entregamos el Evangelio de Dios y nuestras personas
Sal 139: «Señor, tú me sondeas y me conoces»
Mt 23,23-26: Lo más importante: justicia, misericordia y fe
Exclamó Jesús:
23 ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que pagan el impuesto de la menta, del anís y del comino, y descuidan lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! ¡Eso es lo que hay que observar, sin descuidar lo otro!
24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello!
25 ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de inmoralidad y robos!
26 ¡Fariseo ciego, limpia primero por dentro la copa y así quedará limpia por fuera!
Seguimos contemplando la polémica de Jesús con el judaísmo fariseo de su tiempo. Jesús crítica fuertemente la falta de sinceridad y doblez del corazón de algunos. Las palabras de Jesús son particularmente duras contra los letrados y fariseos porque mantienen un sistema religioso que en lugar de liberar a las personas le atan fardos pesados, imposibilitando el crecimiento de gracia, de paz, de esperanza. Esta dureza y claridad de las denuncias de Jesús son una invitación a dejar nuestros propios ídolos y una llamada a la conversión. Nuestra vivencia religiosa ha de estar ordenada a facilitar ese doble mandamiento del Nuevo Testamento: el amor a Dios y al prójimo que se expresa en la práctica de la misericordia y la justicia. Podemos preguntarnos: ¿Reconocemos que no somos dueños sino administradores del proyecto de Jesús? ¿Qué estamos priorizando en nuestra comunidad cristiana? Pidamos la gracia de ser continuadores de la praxis compasiva de Jesús y comprometámonos a aliviar el sufrimiento. Seamos impulso y no tropiezo.
“Duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa” (EG 100).