30 de Diciembre del 2025

6º día de la Octava de Navidad

San Juan Ma. Bocardo (1884)

 

1Jn 2,12-17: El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre

Sal 96: «Alégrese el cielo y goce la tierra»     

Lc 2,36-40: Ana hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel

En aquel tiempo había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era de edad avanzada, casada en su juventud había vivido con su marido siete años, 

37 desde entonces había permanecido viuda y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del templo, sirviendo noche y día con oraciones y ayunos. 

38 Se presentó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a cuantos esperaban la liberación de Jerusalén. 

39 Cumplidos todos los preceptos de la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 

40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y el favor de Dios lo acompañaba.

 

Comentario 

En el penúltimo día del año nos dejamos iluminar por Ana, una profetisa de edad avanzada que, a pesar de su viudez y edad avanzada, dedicó su vida al servicio en el templo, demostrando un compromiso inquebrantable con Dios y su pueblo. Ella representa a aquellos que, en medio de las soledades y problemas, mantienen viva la esperanza y la fe en un futuro mejor; también, a quienes descubren a Jesús como portador de esperanza, paz y fe, disposiciones que, sin darnos cuenta, hemos estado perdiendo. Agradezcamos el testimonio valiente de tantas mujeres que, postergando sus anhelos personales, se desviven por el bien de los demás. No perdamos de vista el tema de la intergeneracionalidad. Pensemos en aquellos gestos o detalles que nuestras comunidades cristianas pueden tener hacia el adulto mayor. Oremos por ellos, particularmente por quienes tienen dificultad de asistencia o que no llegan a ser comprendidos, ni tratados con ternura. Encomendemos a la Sagrada Familia de Nazaret, el bienestar y fe de nuestros adultos mayores.

“Una civilización en la que no hay sitio para los ancianos o se los descarta porque crean problemas, esta sociedad lleva consigo el virus de la muerte” (AL 193).