Diario Bíblico en Español

5 de Abril del 2024

Primera lectura: Hch 4,1-12: 
Ningún otro puede salvar
Salmo: 118: 
La piedra desechada es ahora la piedra angular
Evangelio: Jn 21,1-14: 
Jesús toma el pan y el pescado y lo repartió

En Octava de Pascua San Vicente Ferrer (1419)

 
1 En aquel tiempo, Jesús se apareció de nuevo a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se apareció así:
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos.
3 Les dice Simón Pedro: Voy a pescar. Le responden: Nosotros también vamos. Salieron, y subieron a la barca; pero aquella noche no pescaron nada.
4 Al amanecer Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no reconocieron que era Jesús.
5 Les dice Jesús: Muchachos, ¿tienen algo de comer? Ellos contestaron: No.
6 Les dijo: Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán. Tiraron la red y era tanta la abundancia de peces que no podían arrastrarla.
7 El discípulo amado de Jesús dice a Pedro: Es el Señor. Al oír Pedro que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua.
8 Los demás discípulos se acercaron en el bote, arrastrando la red con los peces, porque no estaban lejos de la orilla, apenas unos cien metros.
9 Cuando saltaron a tierra, ven unas brasas preparadas y encima pescado y pan.
10 Les dice Jesús: Traigan algo de lo que acaban de pescar.
11 Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aunque eran tantos, la red no se rompió.
12 Les dice Jesús: Vengan a comer. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor.
13 Jesús se acercó, tomó pan y se lo repartió e hizo lo mismo con el pescado.
14 Ésta fue la tercera aparición de Jesús, ya resucitado, a sus discípulos.

 
Comentario 

 

El misterio de la resurrección del Señor sustenta la fe e impulsa a dar testimonio de la novedad que suscita en los corazones y el entorno vital. El Evangelio nos pone frente a esa vuelta de la comunidad discipular a la vida cotidiana luego de la muerte de Jesús; el retorno es a lo de antes, días buenos y días malos en el entorno pesquero. Entonces Jesús resucitado les invita a transformar el desánimo, la rutina y la desesperanza en confianza y perseverancia. Jesús guiará como en otro tiempo la pesca para que esta se torne abundante. Con el Resucitado siempre habrá espacio para la mesa compartida y, sobre todo, tiempo para dejar a Dios actuar extraordinariamente en lo ordinario de la vida. En nuestras comunidades seguro que suceden situaciones parecidas donde no estamos dejando lugar a la acción de Dios. Muchos planes, muchas reuniones y pocos resultados. ¿Por qué, en lugar de hacer una lista de las cosas que hacemos para Dios, no nos preguntamos por aquello que no estamos permitiendo a Dios realizar a través nuestro?

“La verdadera fe siempre nace del encuentro personal con Jesús como compañero de vida” (J. Pagola).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El DIARIO BÍBLICO es un servicio desinteresado y no lucrativo que los Misioneros Claretianos de América hacen a la Nueva Evangelización, para las iglesias locales del Continente y de otras iglesias hispanoparlantes de más allá.

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