Primera lectura: 1Re 12,26-32; 13,33-34:
Jeroboán no se convirtió de su mala conducta
Salmo: 106:
“Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo”
Evangelio: Mc 8,1-10:
La gente comió hasta quedar satisfecha
5a Semana Ordinario Santa Escolástica (547)
2 Me compadezco de esta gente, ya llevan tres días junto a mí y no tienen qué comer.
3 Si los despido a casa en ayunas, desfallecerán por el camino; y algunos han venido de lejos.
4 Le contestaron los discípulos: ¿De dónde sacaríamos panes para alimentarlos aquí, en despoblado?
5 Les preguntó: ¿Cuántos panes tienen? Respondieron: Siete.
6 Ordenó a la gente que se recostara en el suelo. Tomó los siete panes, dio gracias, los partió y se los dio a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente.
7 Tenían también unos pocos pescaditos. Los bendijo y mandó que los sirvieran.
8 Comieron hasta quedar satisfechos, y recogieron las sobras en siete canastas.
9 Eran unos cuatro mil. Los despidió
10 y enseguida embarcó con los discípulos y se dirigió al territorio de Dalmanuta.
El eje central de este segundo relato de multiplicación es igualmente la compasión y la solidaridad, solo que ahora Jesús se encuentra en territorio pagano. Las necesidades básicas comunes a todos los seres humanos tienen la capacidad de unirnos; todo lo demás ha demostrado ser motivo de división o enfrentamiento. «Compasión» en hebreo es amor entrañable, propio de un Dios maternal que se transforma en alimento para su pueblo. Jesús quiere que la comunidad discipular manifieste a Dios socorriendo al pueblo, haciéndose pan partido y compartido. La saciedad y la abundancia del relato no tienen nada que ver con los excesos de la sociedad de consumo actual en la que los abusos y el desperdicio son causa de enfermedad, de contaminación y de muerte. La Iglesia no será signo del Reino si no llega a tomar distancia del sistema-mundo depredador que favorece los intereses económicos de unos pocos pero que da la espalda al cuidado y preservación de la vida en su integralidad. Tu compasión y tu solidaridad ¿incluyen el cuidado del planeta?
“Ir alimentando la experiencia de comunidad, no desde una doctrina general y abstracta sino desde la pra´ctica de la amistad y el amor fraterno” (J. Pagola).
