Primer Lectura: Éx 2,1-15a:
Lo llamó Moisés
Salmo: 69:
«Humildes, busquen al Señor, y vivirá su corazón»
Evangelio: Mt 11,20-24:
Jesús recrimina a tres ciudades
15a Semana Ordinario, San Buenaventura (1274)
Son muchas las angustias de personas y comunidades invisibilizadas e ignoradas en las grandes ciudades, donde se viven con mayor impacto los efectos del modelo actual de desarrollo. Somos testigos de la continua amenaza a espacios naturales de bienestar, descanso y tranquilidad; las zonas verdes de nuestras ciudades se reducen; el cemento, el asfalto y las grandes construcciones devoran el espacio público; se levantan muros que privatizan y limitan el acceso; se arrincona en las periferias a los descartables de la sociedad (LS 45). ¡Ay! de estas ciudades que, teniendo todos los medios a su alcance para asegurar los derechos fundamentales de todas las personas, carecen de voluntad política y de misericordia. Se opta por la fragmentación social, la violencia, la miseria y el olvido histórico. Hoy Jesús corrige nuestra forma de ver la fe, exigiendo de nosotros acciones concretas que hagan de las ciudades, lugares de acogida, bienestar y comunión social.
“La ciudad tiene una realidad que no se puede ocultar y que es cada vez más evidente: los pobres, los excluidos, los descartados” (Papa Francisco).