21º Semana ordinaro
San José de Calasanz (1648)
1Tes 1,1-5.8b-10: Abandonando los ídolos, se volvieron a Dios
Sal 149: El Señor ama a su pueblo
Mt 23,13-22: «¡Ay de ustedes, guías ciegos!»
13 En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el reino de los cielos! ¡No entran ni dejan entrar a los que lo intentan!
14 ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que devoran los bienes de las viudas, mientras hacen largas oraciones para que los tengan por justos! ¡La sentencia para ustedes será más severa!
15 ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un partidario, y cuando lo consiguen, lo hacen doblemente más merecedor del infierno que ustedes!
16 ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: Quien jura por el santuario no se compromete; quien jura por el oro del santuario queda comprometido! 17 ¡Tontos y ciegos!, ¿qué es más importante? ¿El oro o el santuario que consagra el oro? 18 Dicen: Quien jura por el altar no se compromete; quien jura por la ofrenda que hay sobre el altar queda comprometido.
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante? ¿La ofrenda o el altar que consagra la ofrenda?
20 Porque quien jura por el altar jura por él y por cuanto hay sobre él;
21 y quien jura por el santuario jura por él y por quien lo habita;
22 y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.
En este texto aparecen cuatro denuncias fuertes de Jesús a los escribas y fariseos que inician con el “¡ay de ustedes! ...”. Jesús se indigna ante la actitud hipócrita de quienes utilizan la religión y se aprovechan de ella para sus propios beneficios. Él desenmascara una experiencia religiosa que se vale de una moral hipócrita que promueve la conversión no para que la gente se acerque a Dios, sino para obtención de prosperidad material o la búsqueda de méritos personales. Ese modelo farisaico, de ver a los demás por encima del hombro, con desprecio y queriéndolo controlar todo está en la base del clericalismo. Por eso la apelación de Jesús sigue siendo actual en nuestro tiempo en donde abundan tendencias que manipulan y hacen de la experiencia de Dios un negocio. Aunque estas acusaciones de Jesús están dirigidas a los escribas y fariseos de su tiempo, no estaría de más poder revisar nuestras actitudes religiosas, no sea que los vicios del fariseísmo estén presentes en nuestra vida cristiana.
“Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder la alegría, la audacia y la entrega esperanzada. ¡No nos dejemos robar la fuerza misionera!” (EG 109).