28a Semana Ordinario
Santa Margarita M. de Alacoque (1690)
Santa Eduviges (1234)
Rom 3,21-30: Se es justificado por la fe
Sal 130: «Perdónanos, Señor, y viviremos»
Lc 11,47-54: Son cómplices de lo que hicieron sus padres
En aquel tiempo el Señor exclamó: ¡Ay de ustedes que construyen mausoleos a los profetas a quienes sus propios padres han asesinado!
48 Así se convierten en testigos y cómplices de lo que hicieron sus padres; porque ellos los mataron y ustedes construyen los mausoleos.
49 Por eso dice la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los matarán y perseguirán.
50 Así se pedirá cuenta a esta generación de toda la sangre de profetas derramada desde la creación del mundo:
51 desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, asesinado entre el altar y el santuario; sí, les aseguro que a esta generación se le pedirán cuentas de todo esto.
52 ¡Ay de ustedes, doctores de la ley, que se han quedado con la llave del saber: ustedes no han entrado y se lo impiden a los que quieren entrar!
53 Cuando salió de allí, los letrados y los fariseos se pusieron a atacarlo violentamente y a hacerle preguntas malintencionadas.
54 Lo acosaban para ver si lo atrapaban en alguna palabra salida de su boca.
Comentario
Jesús hace dos denuncias: una, contra su generación. Perdiendo la memoria histórica se hace cómplice del sistema de muerte; otra, contra los expertos de la ley. Acaparando y ocultando la sabiduría, impiden al pueblo profundizar en el espíritu de la ley. Nadie quiere que lo hagan responsable de faltas que no cometió, menos de delitos mayores. Por eso, cabe recapacitar nuestro rol social. Muchas personas, para evitarse problemas, deciden no involucrarse en asuntos comunales, vecinales o sociales. Esta actitud, ¿nos exime de responsabilidad social o nos vuelve indiferentes? No basta con pagar impuestos y no alterar la rutina de casa-trabajo, con una fuerte dosis de asepsia política y social. El Evangelio solicita involucrarse con las causas comunes: participación; libre expresión; denuncia; defensa de la dignidad y cuidado del ambiente. También la denuncia del oscurantismo nos exige posicionarnos. Hay que acercarnos a los bienes educativos, fomentar la promoción de valores, promover la semilla del saber, el cultivo de una fe madura. No permitamos que nos traten como pueblo ignorante y adormecido.
“Ser escuchado es una experiencia de afirmación y de reconocimiento de la propia dignidad” (Sínodo de la Sinodalidad, I Sesión, octubre 2023).