2ª Semana de Adviento
INMACULADA CONCEPCIÓN
Gén 3,9-15.20: «Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer»
Sal 98: «Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas»
Ef 1,3-6.11-12: Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo
Lc 1,26-38: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo»
En aquel tiempo envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,
27 a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David; la virgen se llamaba María.
28 Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
29 Al oírlo, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué clase de saludo era aquél.
30 El ángel le dijo: No temas, María, que gozas del favor de Dios.
31 Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús.
32 Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
33 para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su reino no tenga fin.
34 María respondió al ángel: ¿Cómo sucederá eso si no convivo con un hombre?
35 El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios.
36 Mira, también tu pariente Isabel ha concebido en su vejez, y la que se consideraba estéril está ya de seis meses.
37 Pues nada es imposible para Dios.
38 Respondió María: Yo soy la servidora del Señor: que se cumpla en mí tu palabra. El ángel la dejó y se fue.
Comentario
La figura de María es símbolo de participación activa en el sueño de Dios. Ella, representa a las comunidades olvidadas de la región. El mensaje del ángel Gabriel revela la dignificación y el favor divino otorgado a los humildes. María corresponde a Dios y se dispone a servirlo, encarnando los anhelos de liberación de su pueblo. María emerge como figura que desafía a quienes no tienen respeto por la vida y se olvidan de Dios. Ella es un faro de esperanza para todas las personas y organizaciones que nacen con deseos de construir un mundo mejor. La pureza o transparencia del corazón de María, refleja la nobleza de su corazón sin doblez. Y es aquí donde celebrar hoy a la Madre de Jesús, no se puede quedar en puro folklore, necesitamos tener intenciones buenas y nobles para ser constructores de paz. Es primordial la acción del Espíritu que hizo de María, una mujer fecunda y comprometida. Dispongámonos como María a ser parte del plan redentor de Dios.
“Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza” (LS 241).
